Gustavo Alfaro y la victoria histórica de Paraguay en Lima: “Vinimos a cambiar la historia”

La Selección Paraguaya logró una victoria inédita en Lima ante Perú por las Eliminatorias al Mundial 2026. Gustavo Alfaro destacó la entrega del plantel y anticipó un proceso de construcción de cara a la Copa del Mundo.

Gustavo Alfaro y la victoria histórica de Paraguay en Lima: “Vinimos a cambiar la historia”

La Selección Paraguaya de Fútbol escribió un nuevo capítulo en su historia deportiva al vencer por 1-0 a Perú en condición de visitante, en la jornada 18 de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026. El triunfo, además de otorgar tres puntos vitales, rompió una racha histórica: nunca antes la Albirroja había conseguido imponerse en Lima por partidos oficiales clasificatorios.

Al término del encuentro, el director técnico Gustavo Alfaro brindó declaraciones cargadas de simbolismo y reflexión, destacando no solo el logro deportivo sino también el significado cultural y emocional que conlleva para todo un país. “Nosotros vinimos acá a hacer historia, cambiando la historia. La predisposición de los jugadores siempre estuvo, y esta era la oportunidad de ganar en un lugar en el que nunca pudimos lograrlo”, expresó el entrenador, dejando claro que la meta no era únicamente ganar un partido, sino dejar una huella imborrable en la memoria del fútbol paraguayo.

Un partido de inteligencia táctica

Según Alfaro, el duelo frente a Perú fue exactamente como lo habían anticipado en la planificación previa. El equipo debía afrontar un rival con mucha posesión de balón y una propuesta ofensiva constante, lo que exigía disciplina, adaptación y capacidad de respuesta. Tras la dura prueba sufrida en el partido anterior frente a Ecuador, Paraguay se vio obligado a recomponerse, ajustar líneas y trabajar sobre la solidez defensiva para neutralizar las virtudes del conjunto incaico.

La estrategia funcionó. El gol tempranero otorgó confianza y permitió manejar los tiempos del encuentro. La defensa se mostró sólida, el mediocampo luchó cada balón como si fuese el último, y la delantera aprovechó las pocas oportunidades generadas para concretar la ventaja mínima que sería definitiva.

Una victoria que rompe paradigmas

Más allá del resultado, la victoria en Lima representa un quiebre psicológico. Ganar en un terreno históricamente adverso reafirma la convicción de que la Selección Paraguaya puede competir de igual a igual con cualquier rival de la región. Alfaro fue enfático al señalar que este triunfo debe ser un punto de partida y no un destino final: “Con la garra no nos va a alcanzar. El equipo tiene que jugar, y tenemos que trabajar. Para la Copa del Mundo falta mucho (…) Así como competimos para afuera, hay que competir para adentro. Acá comienza otra etapa, de construcción sobre otros parámetros”.

Construcción hacia el 2026

El entrenador argentino puso la mira en el futuro inmediato. Los amistosos previos al Mundial serán claves para consolidar un estilo de juego, fortalecer la cohesión del plantel y dar oportunidades a nuevas figuras. La victoria contra Perú no solo renueva la ilusión de la hinchada, sino que también reafirma la necesidad de un trabajo estructural que supere el entusiasmo momentáneo.

Alfaro destacó que Paraguay no puede confiarse únicamente en su tradicional “garra guaraní”. Si bien la entrega y el espíritu combativo son parte de la identidad futbolística nacional, el fútbol moderno exige preparación táctica, creatividad, variantes ofensivas y solidez en todos los sectores de la cancha.

El desafío de equilibrar pasión y disciplina

En sus declaraciones, el seleccionador insistió en que la pasión debe ir acompañada de disciplina. Paraguay tiene talento, juventud y una rica historia futbolística, pero necesita consolidar un modelo que le permita competir al máximo nivel durante todo el proceso mundialista. “El trabajo que se viene es inmenso. No basta con estar motivados, hay que transformar esa motivación en juego colectivo y resultados”, remarcó.

Impacto en la hinchada y en la historia reciente

La victoria fue recibida con júbilo por los aficionados paraguayos, quienes celebraron no solo el resultado, sino también la entrega del equipo. Para muchos, este triunfo es un símbolo de esperanza después de años de altibajos en las eliminatorias mundialistas. La Albirroja vuelve a demostrar que, con esfuerzo y planificación, es posible revertir tendencias negativas y alcanzar objetivos que parecían inalcanzables.

En un país donde el fútbol es una pasión nacional, cada victoria tiene un eco que trasciende el deporte. Niños, jóvenes y adultos se ilusionan nuevamente con ver a Paraguay en un Mundial, recordando las gestas pasadas de las generaciones que supieron dejar huella en escenarios internacionales.

Lo que viene: amistosos y nuevos retos

Con la clasificación asegurada, los próximos amistosos se presentan como una oportunidad para seguir creciendo y ajustar detalles. Alfaro sabe que el camino hacia el Mundial será largo y desafiante, pero confía en que este grupo tiene la capacidad de construir un proyecto sólido y competitivo.

La victoria en Lima no es un punto final, sino un inicio. La Albirroja debe aprovechar este envión anímico para cimentar un proceso que devuelva al fútbol paraguayo el protagonismo que supo tener en el pasado reciente.

Agradecimiento especial a la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF) y su portal oficial www.apf.com.py, fuente de inspiración original de esta noticia.

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